martes, 24 de junio de 2014

Diego Hurtado de Mendoza, hijo de D. Iñigo López de Mendoza, uno de los mayores Generales de los Reyes Católicos, segundo Conde de Tendilla, y primer Marques de Mondejar, y de Doña Francisca Pacheco, hija de los Marqueses de Villena. Su talento vivo y penetrante dió muestras desde la niñez de los mas superiores adelantamientos: instruido en la Gramática, y ciertas nociones del Árabe, pasó á Salamanca, y se aplicó á toda lectura, señaladamente á las lenguas Latina y Griega, y á la Filosofía, y Derecho Civil y Canónico. Su ardor juvenil le conduxo á militar en Italia, donde su esfuerzo, valor y prudencia en la corta edad de veinte años le hicieron distinguir, particularmente en las batallas de Lautrech, Bicoca, Pavía, y sitio de Marsella. No por esto abandonó su genial inclinación á las letras: antes bien aprovechado del armisticio á que precisaba la rigidez del invierno, dexó el descanso de los quarteles por pasar á las Universidades de Bolonia, Padua y Roma, oír á los sabios, entre los que estaba Girolamo da Panico.




Girolamo da Panico.

Diego Hurtado de Mendoza era íntimo amigo de Alejandro Piccolomini que tuvo a Girolamo da Panico de consejero. Diego era primo segundo de Francisco de Zúñiga y Avellaneda, amigo de Vianesio Albergati y de Hugolino da Panico; también primo segundo de Pedro de Zúñiga y Velasco, padrastro de Pedro Ruiz de Avendaño, Prestamero de Tabladillo en 1567, abuelo de Juan de Zúñiga y Requesens, amigo y colaborador de Fabio Albergati, Giacomo da Panico y Giacomo Boncompagni.







lunes, 2 de junio de 2014

Tras la retirada de la Orden delTemple de España sus posesiones quedaron, en gran parte, en manos de la Orden de Calatrava. En el Bierzo y en Astorga los templarios tuvieron numerosas posesiones, algunas de ellas asociadas a explotaciones mineras, por lo que es muy probable que el "Préstamo de Tabladillo" estuviera en manos del Temple y pasara en el siglo XIV a manos de la Orden de Calatrava.


Los templarios reciben el encargo de la custodia de Calatrava la Vieja (Carrión de Calatrava, Ciudad Real), que por extraños motivos no se sienten capaces de defender y originan el nacimiento de la nueva Orden Militar de Calatrava (del árabe kalat-ribat que se puede traducir como castillo-convento) que acoge a numerosos templarios y que recibe parte de los bienes del Temple en Castilla y León, cuando éste es disuelto. En el caso de la Corona de Aragón, Jaime II crea en 1317 tras la desaparición del Temple una nueva Orden Militar, Montesa (antigua villa y castillo templario), sujeta a la de Calatrava y entre las que se reparten, a partes iguales, las posesiones templarias en el Reino de Aragón. La relación entre la Orden del Temple y la de Calatrava es indiscutible, la primera se funda para la conquista, custodia y defensa de los Santos Lugares (Cruzada externa) y la de Calatrava para la conquista, custodia y defensa de las tierras que se van ganando a los musulmanes (Cruzada interna), ambos tipos de Cruzadas son promovidas por el Papado y los Reyes. La Orden de Calatrava deriva de la Orden del Temple y durante su coexistencia, de 1158 a 1312, funciona como una “empresa filial”, que como he comentado antes, cuando desaparece la “empresa matriz” (Temple) se queda con la mayoría sus bienes humanos y materiales. La Orden Militar de Calatrava, la más antigua de las Órdenes Militares de España y Portugal, se funda en enero de 1158 por Raimundo Sierra, San Raimundo de Fitero, y Diego Velásquez, bajo la regla del Cister. Confirmada por bula de Alejandro III en septiembre de 1164. San Raimundo de fue Abad de esta Orden por espacio de seis años. Le sucedió Don García con el título de Maestre. En 1217 se construye el Convento de Calatrava la Nueva (Calzada de Calatrava, Ciudad Real), lugar donde se trasladan los archivos de la Orden y las reliquias de los anteriores defensores, desde Calatrava la Vieja.


Cruz de la Orden de Calatrava encabezando el libro de bautismos de Folgoso del Monte y Texedo (Préstamo de Tabladillo)