jueves, 5 de junio de 2014
La villa de Calatrava, hoy en Ciudad Real, fue cedida por el Rey Alfonso VII al arzobispo de Toledo con el fin de que consagrase en iglesia la mezquita mayor. La defensa del enclave fue encomendada entonces a los Caballeros Templarios. Al morir el Rey, los musulmanes se propusieron reconquistar la villa, lo que encendió todas las alarmas. Si caía Calatrava, Toledo quedaba a merced de los árabes. En 1158, el Rey Sancho dona la villa y la fortaleza a la orden del Císter. Su Abad, Don Raimundo, organiza un ejército de 20.000 hombres y salva la ciudad. Surge así la Orden de Calatrava, la primera Orden Militar en España y heredera del Temple.
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