jueves, 4 de mayo de 2017
El veinte de febrero de 1758 el Conde Silvio da Panego está de regreso en Padua ya que es nombrado Príncipe de la Academia Delli, de la Universidad de Padua. Bárbara de Braganza hacía seis meses que se había retirado, mortalmente enferma, al Palacio de Aranjuez, falleciendo el veintisiete de agosto de 1758 y, un año después, lo haría su esposo Fernando VI sin dejar herederos. Parece evidente que Silvio decide cambiar el rumbo de su vida: las oportunidades para progresar en España se desvanecen ya que es bajo el reinado de Bárbara y Fernando cuando prospera en la corte. En 1747 participaba como testigo en el bautismo del hijo de Doménico Sacarlatti, músico de cámara de la reina Bárbara y en 1750 pertenecía a la Guardia de Corps de Fernando VI. El Prestamero de Tabladillo Juan Elías Gómez de Terán fue el Capellán de Palacio para Fernando desde 1725. El cuatro de octubre de 1758, poco antes de que Bárbara se retirara ya enferma a Aranjuez, el Rey Fernando nombra al marido de María Úrsula de Paniço, Juan Esteban, aparejador del Palacio del Buen Retiro. En aquel momento el Capellán de Fernando había ya cedido las rentas de la Abadía de Santa María de Tabladillo a María Domínguez Paniço, hija de María Paniço de Albares, nieta de Juan Paniço y de Ana de Albares.
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